La Freixeneda, masía medieval de la familia Ferrer.
Historia
Corría el año 1861 cuando Francesc Sala Ferré se convirtió en el primer miembro de nuestra familia en dedicarse al negocio del vino.
Lo elaboraba en la finca familiar de Can Sala con una prensa de última tecnología importada de Francia, restaurada y aún en uso a día de hoy. Fue el comienzo de nuestra incansable apuesta por la tecnología, la innovación y la calidad.
La finca, a unos 60 km de Barcelona, continúa siendo una bodega en activo.
Francesc pasaría el negocio a su hijo Joan Sala, que lo dejaría a su hija Dolors Sala y su marido Pere Ferrer Bosch “El Freixenet”, hijo pequeño de la Freixeneda.
Juntos, los tres dieron el salto a los vinos espumosos, fundando Freixenet en 1914. La empresa disfrutaría de un enorme desarrollo gracias al tándem formado por Dolors, enóloga y administradora, y Pere, empresario innovador y comercial extraordinario.
Tras la muerte de su marido durante la Guerra Civil Española, ella cogería las riendas de la empresa junto a su hija mayor, Pilar Ferrer (derecha abajo), y más tarde su hijo menor, José Ferrer (derecha arriba).
Con ese mismo espíritu emprendedor, nunca hemos dejado de buscar nuevas fronteras en el mundo del vino. En los 1990 desembarcos en las más prestigiosas Denominaciones de Origen españolas; Rioja (Solar Viejo), Ribera del Duero (Valdubón) y Rías Baixas (Vionta); y finalmente en Gualtallary, Argentina (Finca Ferrer) en los 2000.
En 2019 estas cuatro bodegas formaron el actual Grupo Ferrer Miranda, liderado por:
Con el compromiso personal de nuestro presidente, su experiencia y el experto conocimiento en el sector, trabajamos hacia la excelencia, el estilo y el futuro sostenible, promoviendo los valores que siempre han caracterizado a nuestra familia: el amor y afecto por nuestra tierra y nuestros vinos.
